Un amado hijo, hermano, padre, sobrino con un camino difícil que terminó en su paz. Un corazón lleno de amor y esperanza en manos de Dios ahora está. No lloren por mí, porque ahora libre soy, Siguiendo el sendero Dios fundó por mi voy, Tomé su mano cuando oí su llamado, Dí la espalda y todo lo he renunciado. Si mi partida un vacío ha dejado, Llénalo con recuerdos de gozo y agrado, La amistad compartida,una risa,los besos, Sí, estás cosas también yo hecho de menos. No se afanan con tiempos de sufrimiento Les deceo La Luz del sol de mañana en cada momento,Mi vida fue completa saboreando En las abundancías, buenos amigos, Buenos tiempos y del amor sus caricias Tal vez parecía demasiado fugaz Con la indebida tristeza no lo alargas Levantan sus corazones en La Paz, Que el nos ha dado. Dios quien me quizo ahora. El me ha liberado.