Nos unimos al duelo que embarga a la familia Oquendo Guzmán, por el fallecimiento de su querido Kevin.  A su papá Samuel Oquendo Rodríguez, su mamá Marisol Guzmán Fuentes, su hermana y sus hermanos Ana Michel Oquendo Vásquez, Elvin S. Oquendo Vásquez y Dariel S. Oquendo Guzmán, les damos nuestro más sentido pésame.

Kevin nació el 3 de enero del 1991 en Bayamón, Puerto Rico. Asistió a la escuela secundaria Colegio de la Vega y a las universidades UPR-Arecibo y Florida Technical College. Vio mundo al servir destacadamente en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos por cuatro años.

El amor que Kevin sentía por su mamá y su familia era del tamaño del universo. Ellos son los seres más importantes en su vida.

A Kevin le encantaba compartir jovialmente con cualquier ser humano que se le acercara en plan de amistad y se aseguraba de no juzgar a nadie. El dejaba de ser del, para ser de los demás.

Uno de sus lemas era “Antes de juzgar a otra persona, ponte en sus zapatos, transita su sendero y siente su dolor”. Kevin también promovía el amor sobre el odio. Él enfatizaba, “Hate should be removed from existence. Love wins, anytime & anywhere.”  [Traducción: El odio debe dejar de existir. El amor triunfa siempre y donde quiera.]

A Kevin le encantaba estar a la orilla del mar. Adoraba las playas, especialmente las de la Isla del Encanto. Estar a la orilla del mar era terapia para él.

De niño, su chiste favorito era preguntar “¿tú sabes quién es Kelly?” Al responder uno “¿quién es Kelly?” el contestaba “¡Kellimporta!”. Su sentido del humor atraía el cariño de cualquier persona que tuvo la suerte de conocerlo. Su risa era contagiosa.

Le encantaban los autos deportivos, particularmente los Volkswagen. Su fragancia favorita era Light Blue de Dolce & Gabbana. Vestía, mantenía su hogar y cuidaba de su apariencia de manera impecable. Kevin tenía un espíritu emprendedor y una mente buenísima para la informática.    

Kevin, tu partida deja un gran vacio en nuestras vidas, pero también tu legado de amor e inspiración. En palabras de tus padres, eras amoroso e impetuoso, arriesgado y temerario, y decidido y audaz.

Descansa en Paz.

De corazón: Drs. Arturo Durazo y Marcos E. García-Ojeda